A los niños les encanta lo fascinante, estimulante y lo extremo. Sin embargo, toda la semana están siendo controlados, no pueden correr en todas partes ni tampoco reir o gritar. La iglesia puede ser similar o romper con los estilos y dejarlos expresarse.
¿Qué niño no deseará ir a un lugar donde todo sea alegría y entretenimiento enseñando los principios bíblicos que formen su vida? Estos principios son eternos pero el método de enseñarlos debe cambiar!