«¿Qué nombre dio el doctor a esto que a mí me ocurre… síndrome burnout?»
Un joven pastor, profundamente abatido, piensa en abandonar el ministerio; un anciano de ochenta y tres años sirvió a Dios toda su vida; los dos están entrelazados durante sucesivos lunes que marcarán la vida del joven para siempre. Lunes con mi viejo pastor surge de una experiencia real del autor: «Este libro nació a lo largo de un proceso. En ocasiones logré empapar la pluma en el corazón de Dios, pero en otras, la tinta fue sangre que brotó de mis heridas». Te hará reír y tal vez llorar, pero avivará antorchas extinguidas e inflamará aquellas que nunca se encendieron. El desenlace sorprendente que no dejará indiferente a nadie.
Ser llamado por Dios es, sin duda alguna, la más alta vocación que existe.
«Muy dentro de mí, en algún rincón de mi alma, persistía ese extraño agotamiento que era difícil de explicar y duro de soportar», escribe el pastor y escritor José Luis Navajo. Pensando en dejar el ministerio, Navajo no sabe a dónde volverse, hasta que empieza a encontrarse con un experimentado ministro —su «viejo pastor»— que, a lo largo de las visitas de sucesivos lunes, le ofrece un legado de sabiduría en forma de quince principios singulares.
Lunes con mi viejo pastor trae a cada creyente a los pies del Maestro. Con una prosa lírica, Navajo comparte las anécdotas personales, fábulas y consideraciones de gran profundidad espiritual que le presentan el viejo pastor y su esposa. Por momentos divertido, desgarrador e incitador a la reflexión, Lunes con mi viejo pastor es un consuelo para todo aquel que lucha en su camino con Dios. Conforme siguen a Navajo en su travesía de la desesperación a la renovación de fuerzas, los lectores se encontrarán siendo transformados e inspirados de una forma similar. Este relato, escrito con un estilo hermoso y conmovedor, reavivará con toda seguridad el fuego del alma que anhela ser renovada.