La vida nos toma desprevenidos a veces. Podríamos incluso encontrarnos dudando, con miedo y confundidos. Incluso, a veces se siente como si estuviéramos bajo ataque y eso es ¡porque lo estamos! Una guerra se libra en nuestro mente, y el enemigo usa todas las herramientas a su disposición para debilitar nuestra perspectiva y nuestra relación con Dios. Pero se nos ha dado el poder para defendernos. Y tenemos que luchar un día a la vez, una batalla a la vez.