Hay una intimidad, una cercanía que el Señor anhela tener contigo.
La verdadera adoración siempre trae esa clase de cercanía, y siempre resulta en la transformación. Dios está persiguiendote, no a tu adoración, y desea que permanezcas en Su presencia.
¡Preparate... lo mejor está por venir!
¡Son tantas las veces que nos conformamos con mucho menos de lo que Dios tiene preparado para nosotros!
Necesitas ir más allá que una visita semanal a la iglesia para poder experimentar continuamente una profunda intimidad con Dios.
Besar el rostro de Dios te alentará y retará a entrar en una comunión con Dios mucho más increíble que lo que consideras posible.
La verdadera adoración siempre trae esa clase de cercanía, y siempre resulta en la transformación. Dios está persiguiendote, no a tu adoración, y desea que permanezcas en Su presencia.
¡Preparate... lo mejor está por venir!
¡Son tantas las veces que nos conformamos con mucho menos de lo que Dios tiene preparado para nosotros!
Necesitas ir más allá que una visita semanal a la iglesia para poder experimentar continuamente una profunda intimidad con Dios.
Besar el rostro de Dios te alentará y retará a entrar en una comunión con Dios mucho más increíble que lo que consideras posible.